lunes, 18 de febrero de 2013

La Verdad.


“Era yo todavía muy pequeña cuando nuestra tía me dio a leer un cuento que me extrañó mucho. Pues en él se alababa a una directora de internado porque sabía salir airosamente de cualquier apuro, sin herir a nadie. Me fijé sobre todo en esta frase: «A ésta le decía: tú no tienes la culpa; a aquélla: tienes razón!». Yo pensaba para mí: eso no está bien. Aquella directora no debería haber tenido miedo de nada y tendría que haber dicho a las niñas que habían actuado mal, cuando era así. Hoy no he cambiado de opinión. Me cuesta mucho actuar así, lo confieso, pues siempre lo más fácil es echar la culpa a los ausentes, y eso aplaca enseguida a la que se lamenta. Sí, pero... yo hago todo lo contrario. Si no me quieren, ¡peor para ellas! Yo digo siempre toda la verdad; si no quieren saberla, que no vengan a buscarme”.
Santa Teresa de Lisieux