lunes, 28 de enero de 2013

La reforma Litúrgica, notas al margen de la obra póstuma de Annibale Bugnini.


Toda la reforma litúrgica, que fue fruto de las nuevas orientaciones posconciliares, giró en torno a una nueva teología, a una nueva concepción de la liturgia entera y a una nueva orientación teológica. Esta nueva teología desplazará a la teología clásica y bimilenaria de la Cruz que Redime por la teología del Misterio Pascual. La astucia de los reformadores (o del reformador, si se quiere) fue exaltar el Misterio Pascual para, luego, poder justificar la nueva teología protestantizada que ha penetrado como humo en la nueva liturgia posconciliar.
La cruz, centro de la liturgia bimilenaria de la Iglesia, será desplazada (a veces sutilmente, otras no) por la exaltación del “Misterio Pascual”. El centro gravitacional de toda la reforma litúrgica, especialmente en la celebración de la Santa Misa, no será más la Cruz Redentora, sino el Misterio Pascual.
¿Cómo ha influido esta nueva teología en las reformas de los sacramentos y en otras reformas? Lo veremos en este breve resumen realizado por el Padre Jesús Mester Roc, quién se zambulle en la obra póstuma del arquitecto de la nueva liturgia Annibale Bugnini y, mediante una detenida lectura de todas sus explicaciones, nos muestra el pensamiento teológico y las intenciones que ha tenido Annibale Bugnini para realizar dicha reforma.

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«Actualización del Misterio Pascual» Notas al margen de la obra póstuma de Annibale Bugnini.
Padre Jesús Mester Roc.

Para completar, la introducción de este mismo trabajo que nos hace un resumen de la carrera de Bugnini.

¿Quién fue Annibale Bugnini?


Annibale Bugnini nació en Civitella de Lego, Italia, en 1912. Comenzó sus estudios teológicos en la Congregación de Cas Misiones (Víicentinos) en 1928 y fue ordenado en 1936. Tasó diez años en una parro­quia de los suburbios de Roma. En 1947 comenzó a escribir y editar la publicación misionera de su orden (basta 1957). Comenzó también a participar activamente en estudios especializados de liturgia, como di­rector de Ephemerides liturgicae, una de Cas pubblicaciones italianas más renombradas en el campo de la liturgia. De allí en más publica gran cantidad de artículos y libros en esos temas, tanto a nivel científico como popular. En 1948 fue nombrado secretario de la Comisión para la Reforma Litúrgica de Tío XII. En 1949 fue nombrado profesor de Liturgia en la Universidad Pontificia Propaganda Fide, en 1955, en el Instituto Pontificio de Música Sagrada; en 1956 fue nombrado consultor de la Sagrada Congregación de Ritos; en 1957, profesor de Liturgia en la Universidad del Laterano. En 1960 fue nombrado secretario de la Comisión Preparatoria de Liturgia del Concilio Vaticano II.
El P. Bugnini fue el alma del esquema sobre la Liturgia preparado para el Concilio Vaticano II. El esquema fue aprobado en enero de 1962. Pero, por razones desconocidas, con la aprobación de Juan XXIII, es destituido de su cargo en el Lateranense y como secretario de la Comisión. Medida drástica, muy opues­ta al modo de actuar del Papa. Pero, como bien dice Michael Davies, la destitución del Padre Bugnini fue como “cerrar la puerta del establo después que se escapó el caballo”. El salió pero se quedó su esquema, El exilio no fue prolongado. Probablemente los cambios de aire producidos por el Concilio, con el triunfo del progresismo, permitió que el 29 de febrero de 1964, el P. Bugnini fuera nombrado secretario del Consilium ad Exsequendam Constitutionem de Sacra Liturgia. En abril de 1969 fue promulgado el Novus Ordo Missæ, en mayo la Sagrada Congregación de Ritos se divide en otras dos, la del Culto Divino y la de Las Causas de los San­tos. El Consilium es incorporado a la Congregación del Culto como una comisión y Bugnini es nombrado se­cretario de la misma. Alcanza así el máximo de influencia. Las cabezas de Cas comisiones o congregaciones van y vienen: los cardenal Lercaro, Gut, Tabera, Knox; pero el P. Bugnini permanece estable. El 7 de enero de 1972 recibe, como premio a sus servicios, el nombramiento como Arzobispo titular de Dioclesiana.
Pero... el 31 de judo de 1975 la S.C. del Culto es sorpresivamente disuelta, uniéndose con la de Sacra­mentos, Y lo que causó aún más sorpresa, en Cas nuevas listas ya no aparecía el nombre de Mons. Bugnini El Osservatore Romano del 15 de enero de 1976 (versión inglesa) anunciaba: “5 de enero: el Santo Padre ha nombrado “Pronuncio Apostólico en Irán a su E.R. Annibale Bugnini, C.M., Arz. titular de “Dioclesiana”. El puesto, creado para el caso, no parecía demasiado importante desde el punto de vista de la liturgia. Gran indigna­ción en los medios progresistas. ¿Qué había pasado? Dice M. Davies: “Hice mi propia investigación en el asunto y puedo responder por la autenticidad de los siguientes hechos. Un sacerdote romano de la más alta reputación entró en posesión de evidencia por la cual consideró demostrado que Mons. Bugnini era francmasón. Hizo que esa información fuera puesta en manos de Pablo VI con la advertencia que sí no se tomaban inmediatamente medidas, se vería en conciencia obligado a hacer público el asunto. Mons. Bug­nini fue entonces despedido y la congregación disuelta”.
La revista «30 Días» (n° 57 de la versión española) hace mención de este hecho, hablando de la desaparición del latín. Allí se presenta el texto de dos cartas que supuestamente habría intercambiado Bugnini con un (gran Maestro masón. Son infantiles: “Gran Maestro Incomparable... -escribiría Bugnini- creo haber sembrado el principio del máximo libertinaje, según vuestras disposiciones. He luchado ásperamente y he debido recurrir a todo tipo de argucias para que el Papa lo aprobara, en contra de mis enemigos de la Congregación de Ritos... Le agradezco la suma enviada”. Los autores del artículo sugieren otra interpretación, Bugnini había alcanzado una gran influencia ante- o “sobre”, dejan entender -Pablo VI, teniendo acceso directo al Papa y sometiendo a su firma inmensa cantidad de trabajo. En el entusiasmo de la reforma Bugnini habría ido cada vez más lejos, hasta llegar al punto en que el Papa hubiera estimado que no podía permitirlo y tomó la drástica medida: “Pero tras aquel período (de estre­cha colaboración) -dice 30 Días- algo se resquebrajó irremediablemente. Quien decidió alejar el liturgista fue el mismo Pablo VI que se había fiado ciegamente de él en los años del posconcilio”.
Es difícil decir qué versión tiene más verosimilitud Ciertamente sirvió con eficacia los intereses de la masonería, pero dada la difusión que ha habido de las ideas de la misma, bien puede haberlo hecho sin pertenecer a ella. De parte de Pablo VI son aceptables ambas versiones por su contradictorio y atormentado modernismo. Además, no importa, porque como dice M. Davies: “los defectos objetivos de la reforma permanecen los mismos haya o no haya sido masón el Arzobispo [Bugnini]”. “El factotum de la reforma litúrgica, tras (afusión de las dos Congregaciones se encontró de repente excluido. Pablo VI lo envía a Irán como pro-nuncio, y allí se quedó desarrollando una apreciable actividad diplomática hasta su repentina muerte, ocurrida en Italia el 3 de julio de 1982, pocos días después de haber sido so­metido a una delicada operación quirúrgica” (30 Días).
Durante esos últimos años de destierro escribió sus memorias sobre la Reforma Litúrgica, donde hace una apología de su actuación, que consiste en señalar que todo se hizo bajo la mirada de Pablo VI: “El volumen quiere ser un homenaje reconocido y filial a Pablo VI, el verdadero realizador de la reforma litúrgica... el Papa ha visto todo, ha seguido todo, ha examinado todo, ha aprobado todo”. Y no parece justo negarlo: si bien Aníbal Bugnini fue el brazo ejecutor de la reforma, la autoridad de Pablo VI fue el motor que la impulsó y la doctrina del Misterio Pascual fue el alma que le dio vida.
El autor del presente artículo nos hace dar un breve paseo por la obra de Bugnini, señalando có­mo la doctrina del Misterio Pascual ha sido verdaderamente el principio animador de la reforma litúr­gica en todas sus partes. Aunque somos guiados con paso ligero y buen talante, el resultado es aterrador.

R.P. Jesús Mestre Roc, tomado de “Cuadernos de La Reja” nº 6, 11 de octubre de 2002.

Nota de STAT VERITAS:
Las citas de Michael Davies, se pueden leer en su contexto en la obra que tenemos publicada “ElConcilio del Papa Juan”.