jueves, 30 de agosto de 2012

Sobre el error de la “libertad religiosa” y sus causas.



El error sobre la “libertad religiosa”.

“Nosotros podemos (...) hacer de la libertad de cultos un argumento ad hominem contra aquellos que, a la vez que proclaman la libertad de cultos, persiguen a la Iglesia (Estados laicos y socializantes), o impiden su culto directa o indirectamente (Estados comunistas, islámicos, etc.). Este argumento ad hominem es justo y la Iglesia no lo desdeña, usándolo para defender eficazmente su derecho a la libertad. Pero no se sigue, que la libertad de cultos, considerada en sí misma, sea sostenible para los católicos como principio, porque ella es de suyo absurda e impía, pues la verdad y el error no pueden tener los mismos derechos”.

De Revelatione

Sobre las causas que condujeron a la aceptación generalizada de estos errores.

“¿Cómo es posible que muchas personas, después de haber vivido cuarenta o cincuenta años en estado de gracia y recibiendo con frecuencia la sagrada comunión, apenas den señales de la presencia de los dones del Espíritu Santo en su conducta y en sus actos, se irriten por una niñería, anden buscando los aplausos y lleven vida completamente fuera de lo sobrenatural?
Todo esto proviene de los pecados veniales que, con frecuencia, cometen sin ninguna preocupación; estas faltas y las inclinaciónes que de ahí derivan, inclinan a esas almas hacia la tierra y mantienen como atados los dones del Divino Espíritu, al modo de unas alas que no pueden desplegarse.
Tales almas no guardan ningún recogimiento; pasan inadvertidas; por eso permanecen en la oscuridad, no de las cosas sobrenaturales y de la vida íntima de Dios, sino en la oscuridad inferior que radica en la materia, en las pasiones desordenadas, el pecado y el error; ahí está la explicación de su inercia espiritual”.


Fr. Reginald Garrigou-Lagrange, Las Tres Edades de la Vida Interior, Madrid 1985, pág. 787 y ss. Visto en Panorama Católico Internacional.