viernes, 30 de marzo de 2012

Aborto, familia y otros temas.



“Así como fue posible esconder a Júpiter del Tiempo que todo lo devora, y al Niño Cristo de Herodes, así también el niño que todavía no ha nacido está todavía escondido contra el opresor que todo lo sabe. El ser que todavía no vive, él y sólo él queda; y ya buscan su vida para quitársela”.
“La respuesta a cualquiera que hable del “exceso de población” es preguntarle si él mismo es parte de ese exceso de población, o si no lo es, cómo sabe que no lo es”.

“El sexo es un instinto que produce una institución; y es algo positivo y no negativo, noble y no ruin, creador y no destructor, porque produce esa institución. Esa institución es la familia: un pequeño estado o comunidad que, una vez iniciada, tiene cientos de aspectos que no son de ninguna manera sexuales. Incluye adoración, justicia, festividad, decoración, instrucción, camaradería, descanso. El sexo es la puerta de esa casa; y a los que son románticos e imaginativos naturalmente les gusta mirar a través del marco de una puerta. Pero la casa es mucho más grande que la puerta. La verdad es que hay cierta gente que prefiere quedarse en la puerta y nunca da un paso más allá”.

“Este triángulo de verdades evidentes -de padre, madre y niño- no puede ser destruido; pero puede destruir las civilizaciones que lo desprecian”.

“Que nadie alardee de que abandona a su familia por amor al arte o a la ciencia; la abandona porque huye del desconcertante conocimiento de la humanidad y del arte imposible de la vida”.

“El voto es al hombre como el canto al pájaro, o como el ladrido al perro; es su voz, por la que es reconocido. Así como un hombre que no es fiel a una cita no es digno ni siquiera de luchar en un duelo, de la misma manera el hombre que no es fiel a una cita consigo mismo no es ni siquiera lo suficientemente cuerdo para suicidarse. No es fácil mencionar algo de lo que se pueda decir que depende el enorme aparato de la vida humana. Pero si de algo depende, es de ese frágil lazo arrojado desde las colinas olvidadas del ayer hacia las montañas invisibles del mañana”.

“Si los americanos pueden divorciarse por “incompatibilidad de temperamentos”, no puedo entender por qué no están todos divorciados. He conocido muchos matrimonios felices, pero nunca uno “compatible”. La idea del matrimonio es luchar y sobrevivir el instante en que la incompatibilidad se hace incuestionable. Porque un hombre y una mujer, en cuanto tales, son incompatibles”.

“El verdadero y normal control de la natalidad se llama control de uno mismo”.

G. K. Chesterton, tomado de “El amor o la fuerza del sino”. Selección de textos de Álvaro de Silva.